El autor plantea la sustentación teológica que subyace el pensamiento de Alexander Skutch, a pesar de que no se consideraba teólogo sino un científico que trabajaba como filósofo. Para el autor el planteamiento de Skutch sobre “lo divino” tiene relación con enfoques de la teología actual. Para Skutch, lo divino se manifiesta mediante el proceso creativo que da origen al Universo, el cual está marcado por la armonización y esta armonización es, para él, Dios. La armonización es un deber moral con la que la persona debe colaborar