Tecnología de madera de plantaciones forestales: Fichas técnicas
Autor
Moya-Roque, Róger
Muñoz-Acosta, Freddy
Salas-Garita, Cynthia
Berrocal-Jiménez, Alexander
Leandro-Zúñiga, Laura
Esquivel-Segura, Edwin
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemDescripción
La industria maderera de Costa Rica se abastece principalmente de productos de plantaciones forestales, aunque curiosamente los consumidores nacionales perciben este tipo de maderas de baja calidad y de propiedades inferiores. Para paliar esa percepción, el proyecto denominado MADERHAS (Maderas de Reforestación Hacia la Sostenibilidad), de la Escuela de Ingeniería Forestal del ITCR, generó información técnica concerniente a las propiedades físicas, mecánicas y químicas, así como su comportamiento en el aprovechamiento, aserrío, secado, preservado y las operaciones en la elaboración de productos, cuya materia prima es originaria de ese tipo de plantaciones. Se presenta a manera de fichas técnicas, datos e información confiable sobre 10 especies maderables provenientes de plantaciones forestales; ofreciendo a los consumidores y al sector forestal costarricense e internacional, elementos técnicos y de apoyo en la toma de decisiones acertadas, especialmente cuando las personas seleccionen alguna de las especies evaluadas en este estudio; procurando en todo momento, que los consumidores elijan correctamente las especies de acuerdo con sus expectativas y necesidades reales. En Costa Rica muchas especies forestales han sido probadas en condiciones de reforestación, esto para diversas variedades de especies nativas y exóticas. En este estudio fueron seleccionadas 10 especies tropicales de rápido crecimiento, de uso común en plantaciones por su valor comercial: Acacia mangium (acacia), Alnus acuminata (jaúl), Bombapcosis quinata (pochote), Cupressus lusitanica (ciprés), Gmelina arborea (melina), Swietenia macrophylla (caoba), Tectona grandis (teca), Terminalia amazonia (amarrillón), Terminalia oblonga (surá) y Vochysia guatemalensis (cebo). De estas, tres son especies exóticas (teca, melina y acacia) y las restantes siete son nativas. Para cada especie se evaluaron 13 variables que van desde características propias del aprovechamiento del árbol a aquellas que son intrínsecas de la madera, tales como: descripción general, propiedades macro y microscópicas, propiedades mecánicas y químicas, propiedades en el secado y la preservación, desempeño en el aserrío y trabajabilidad. Estas variables fueron cuantificadas mediante muestreos de plantaciones forestales con edades entre 9 y 13 años, densidades de 338 a 575 árboles/ha y diferentes intensidades de manejo. En todos los casos se utilizaron árboles de un segundo raleo. La determinación de las propiedades físicas, mecánicas y químicas se realizó con una muestra de nueve árboles de plantación y específicamente se extrajo material a 1,30 m de altura de la base del árbol. Para el resto de las propiedades, se utilizó el material remanente de estos árboles, o bien, se extrajeron nuevos árboles. En la etapa de aprovechamiento, los mayores tiempos de corta se encontraron en los individuos de Terminalia amazonia y de Terminalia ablonga, debido a que estos desarrollan gambas muy extendidas, lo que dificulta un adecuado direccionamiento de la caída del árbol. Bombacopsis quinata posee números aguijones en el fuste, lo que dificula la manipulación de las trozas y Cupressus lusitanica desarrolla gran cantidad de ramas, que ralentiza el desrrame. Las 10 especies de maderas evaluadas no desarrollaron elementos anatómicos que puedan afectar los procesos industriales. Con base en las propiedades físicas y mecánicas, Alnus acuminata, Bombapcosis quinata, Cupressus lusitanica, Gmelina arborea, Vochysia guatemalensis y Swietenia macrophylla se clasificaron como maderas de moderado peso especifico y de moderada resistencia mecánica. En las 10 especies evaluadas, la madera presentó la propiedad química ligera acidez, la cual no interfiere con el futuro desempeño de la madera con respecto a esa propiedad. En Acacia mangium y Tectona grandis, se observó altos contenidos de extractivos que pueden afectar el uso de adhesivos, si no se usan los productos y procedimientos adecuados. En el proceso de aserrío se presentaron torceduras producto de las tensiones de crecimiento en todas las especies evaluadas, aunque de mayor gravedad en Terminalia amazonia y Acacia mangium. Los rendimientos obtenidos fueron normales para el tamaño de las trozas evaluadas en las 10 especies. Se encontró que el secado de la madera de Gmelina arborea, Acacia mangium y Vochysia guatemalensis requiere tiempos prolongados y que durante el mismo, aparecen nuevos defectos en las tablas, por lo que se debe extremar los cuidados en esta etapa de industrialización. Para el resto de las especies, los tiempos de secado y el desarrollo de defectos mostraron valores similares a otras especies de bosques naturales. La preservación con presión en madera de albura fue posible en todas las especies evaluadas (excepto en Cupressus lusitanica); no así en madera de duramen. La preservación con inmersión difusión se logró en todas las especies, tanto para madera de albura como de duramen, excepto el Cupressus lusitanica, que solo permitió la impregnación de la albura. De acuerdo con los resultados obtenidos, Alnus acuminata y Vochysia guatemalensis se clasificaron como madera de baja durabilidad, mientras que Tectona grandis y Acacia mangium como maderas de alta durabilidad. El resto de las especies se clasifió como de mediana durabilidad. La madera de Alnus acuminata presentó problemas en aspectos de trabajabilidad. De manera general, se puede afirmar que los problemas de trabajabilidad en operaciones como el lijado, el taladrado y el escopelado, se incrementan en la medida que aumenta el peso específico básico de la madera.